Este proyecto gira entorno a la conversación como modo de hacer e investigar en el arte. La artista propone generar conversaciones con los visitantes a la finca Los Girasoles. En una primera etapa, lo hará vía telefónica y en una segunda etapa lo hará personalmente. Estas conversaciones se plantean como la obra en sí misma, por tanto, el proceso está ligado a la deriva de los encuentros y los temas conversados.
En palabras de la artista: […] en mi hacer, fui entendiendo que el medio responde a los contextos y sus problemáticas y que en este orden de ideas, son los mismos los que determinan mis formas de obrar. Para el proyecto “Como un perro que se quiere morder la cola” trabajo de grado para obtener el título de Maestra en Artes Visuales, comencé una búsqueda de tiempos y espacios, que, de alguna manera escaparan de la medición del reloj y del metro, en diferentes contextos. Trabaje dos meses en una huerta en el centro de Bogotá, viaje de aquí para allá, por diferentes motivos, por algunos pueblos de Boyacá y de Cundinamarca, hice un viaje a la Guajira durante casi un mes, me fui de segunda cámara en un proyecto a chaparral Tolima. Grabé videos, tomé fotos, escribí sinopsis para posibles documentales, hice registros sonoros pero, tras hacer y hacer, hubo una acción que se destacó por encima de aquellos registros y capturas -que yo creía eran mi práctica central- y fue conversar. Si hubo algo que hice de manera disciplinada, fue hablar con cuanta persona pude. Hablar, hablar, hablar y hablar. Cada conversación, que es proceso en si misma, tema, forma, método, se bifurca y encuentra nuevos caminos. Es uno de mis modos de investigar, de hacer. […] El encuentro con otros, vincular mi hacer con las territorialidades de diversas comunidades y formas de estar y pensar como coordenada fundamental de mi hacer el situarme corporalmente para abordar diversas investigaciones, para hacer existir encuentros, crear conversaciones. Lo que jalo de un lado va a afectar la parte y el todo del otro, esto será como una suerte de laberinto. […]
En una primera etapa del proyecto, para materializar las conversaciones, se dispondrá de un dispositivo telefónico, que permita generar las conversaciones. La artista estará en La Guajira y desde allí hará llamadas a un teléfono ubicado en la finca Los Girasoles.
Torregrosa explica: […] me pregunto que sucede si la bocina de los celulares se ponen en el mar de Dibulla y en el riachuelo de la cascada de Los girasoles, al estar siempre en presente, el rio que “nace” y “desemboca” en el mar, ¿se estaría escuchando a si mismo? Y de ser así, esta metáfora se podría desplazar para entender que si alguien habla en Dibulla, con otro alguien que está en Villaviciencio, en Los girasoles ¿estaría también viéndose a sí mismo? Todo esta conectado por todas sus partes y todas sus caras diría Bergson, pero me pregunto que sucederá en esta primera etapa de la residencia, en la búsqueda de generar conversaciones sin poder estar corporalemente en un sitio […], ¿se generarán terceras imágenes entre otras personas y yo? ¿entre personas y personas? ¿entre el mar caribeño y las aguas que vienen del río meta? […]
El segundo momento del proyecto será insitu, en Los Girasoles. Esta segunda parte busca propiciar espacios de encuentro con la comunidad y los visitantes del evento, buscando intervenir los espacios y locaciones propuestos en el proyecto desde la voz y desde el estar en los mismos, habitándolos y conversando.
La autora
Mónica Torregrosa Gallo
Bogotá, 1993.
Maestra en Artes Visuales Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá (PUJ)
Artista e investigadora. La conversación cómo práctica artística, las territorialidades de las comunidades y aterrizar problemas del mundo audiovisual a cuestiones del día a día son algunos de sus intereses. Desde el 2013 trabaja de manera independiente haciendo registros audiovisuales de proyectos relativos al campo del arte como performance, diferentes apuestas in situ y procesos de investigación, entre otros. En el el 2016 se desempeñó como asistente de la Gerencia de Artes Plásticas y Visuales de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño y como coordinadora de la escuela de mediadores de la FUGA. Hizo parte del equipo editorial de la revista Cuadernos de Música, Artes Visuales y Artes Escénicas dirigiendo el proyecto Video-Entrevistas MAVAE durante tres años y medio. En el 2018 fue la fotógrafa oficial de los 16 Salones Regionales de Artistas del Ministerio de Cultura. Actualmente se encuentra realizando un documental sobre relatos de pescadores con la fundación Iguaraya en Dibulla, Guajira.